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Vivir Saludablemente
A veces, tenemos uno de esos días de mal humor. El tipo de día en que, sin razón aparente, no eres feliz. Tener mal humor de vez en cuando es completamente normal, pero si te encuentras en este estado constantemente, esto puede estar afectando tu salud. Además de la sensación no tan agradable, el mal humor puede provocar enfermedades, aumentar la presión arterial y la glucosa e interrumpir el sueño. Resulta que las sensaciones de desánimo pueden cambiar los niveles de sustancias químicas inspiradas en el estrés en el cerebro, como el cortisol y la adrenalina, que pueden tener efectos importantes en el sistema nervioso y el sistema inmunitario, según la revista Molecular Psychiatry.
Al mismo tiempo, cuando el mal humor ataca, puede haber un aumento de otra sustancia química cerebral, llamada opioide, para compensar la angustia. Esta sustancia química cerebral puede reducir tu sistema inmunitario y hacerte más propenso a enfermarte, según PsychCentral.
Cuantos más días pases en este estado, más probabilidades hay de que se eleven las hormonas del estrés, como el cortisol, que pueden afectar la presión arterial, la glucosa y la calidad del sueño.
Además de los efectos en tu salud física, el mal humor también puede afectar tu salud emocional. Puede dejarte sintiéndote aislado y desconectado, y puede hacer que otros también se sientan deprimidos en una especie de efecto dominó de mal humor.
En un nuevo estudio publicado en Psychophysiology, se muestra que cuando las personas están de mal humor son menos empáticas con las personas que sufren dolor. Eso significa que pueden estar menos sintonizadas con los demás que las personas que están de buen humor.
Aunque no podemos evitar el mal humor, podemos estar conscientes de su presencia y tratar de sacudirlo cuando sea posible. Aquí hay algunas maneras de ayudar a aumentar tus endorfinas y, con suerte, aumentar tu conexión con otros en el proceso.
Rodéate de sonrisas
Tendrás un 25% más de probabilidades de sentirte mejor si un amigo cercano es feliz, según un estudio de Harvard. Por el contrario, si un amigo o colega está de mal humor, puede transmitirte su mal humor, ya que tendemos a copiar las señales no verbales de los demás, según un estudio de la Universidad de Notre Dame.
Ejercicio
Una rutina de caminar o correr puede cambiar tu estado de ánimo. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera endorfinas que trabajan para reducir tu percepción del dolor, según WebMD.
Sal de paseo
Salir a caminar por la naturaleza puede ayudar a disminuir la ansiedad y los pensamientos negativos, y a aumentar las emociones positivas e incluso la memoria, según la revista Landscape and Urban Planning.
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